La estructura de madera laminada se configura como un árbol que pretende «atar» los elementos ensimismados del entorno. Pilares y vigas se ubican en forma radial para sugerir perspectivas visuales, flujos peatonales inesperados y un uso más fluido del nuevo espacio urbano cubierto. Su superficie está «perforada» por unos lucernarios de forma cilíndrica que atraviesan la cubierta, garantizando la iluminación natural diurna del espacio y convirtiéndose, al mismo tiempo, en elementos de iluminación nocturna por medio de tiras led albergadas en su perímetro. El proyecto fue seleccionado para la 5ª edición de los Premios AMAD de arquitectura en madera.